César Évora inició su carrera artística en 1980, en su natal Cuba, pero la vida lo llevó a México, donde ya está celebrando sus 40 años en la actuación.
Satisfecho de lo logrado durante cuatro décadas, dice que ha puesto un pequeño alto a su profesión por estos meses por la pandemia del coronavirus.
«Es un momento muy delicado, el aislamiento que logremos será como resultado que la contaminación por este virus sea menor, es un esfuerzo que todos tenemos que hacer», comentó el actor en una entrevista ofrecida el fin de semana en México.
Dice que es un amante de las telenovelas, sobre todo porque el publico las pide y las sigue, aunque no le gustan muchas las series, que tanto espacio han robado a los clásicos melodramas televisivos.
«No estoy en contra de las series, que quede claro, porque son otra opción, porque el panorama de los audiovisuales está en plena evolución. Las series, en mi caso, no me gustan por eso de tantas temporadas, me pierdo; al final, a la gente le encanta ver las historias, con historias bien contadas, ahí radica la cuestión».
Gringo y Te doy la vida son parte de los proyectos más recientes de César Évora, tanto en México, Latinoamérica como Estados Unidos.
“Tengo a personajes populares, auténticos, nada sofisticados, ni sacados de la manga, son seres humanos viviendo y tratando de ser felices en la vida. Lo interesante es ver una historia que va evolucionando, porque la puedes ver en televisión o en plataformas digitales, no importa si es de hace meses o años. Las telenovelas son como un paseo o un viaje maravilloso, que te provocan todo tipo de emociones y reflexiones”.
Asegura que no tiene redes sociales, aunque reconoce que muchos de sus compañeros de profesión están «obsesionados» con estas.
“Yo no tengo redes sociales, tengo compañeros obsesionados por las redes sociales, pero cada loco con su tema como diría mi padre. No me canso de decir que no tengo redes, aunque hay gente que se hace pasar por mí, no tengo Instagram, Facebook, Twitter… no sé cuántos otros nuevos hay, no tengo absolutamente nada”.
«No tengo problemas con eso, pero a veces estoy en un momento pensando o leyendo y vienen con el telefonito a grabarme… ¡Por favor! No puede uno mirar alrededor con tranquilidad, de eso estoy en contra», añadió César Évora, refiriéndose a los paparazzis, a propósito del problema que tuvo su compatriota Livia Brito con un fotógrafo la pasada semana en las calles de Cancún.
Dice que el aislamiento en medio de esta pandemia le ha permitido organizar el habitual «desorden» de su vida y que también le hizo sacar cuentas para notar que ya tiene 40 años de carrera.
«Había olvidado un poco, porque en 40 años de carrera no todo es fiesta y menos en esta profesión, quien se imagine que la carrera de un actor es una fiesta constante, interminable y muy divertida (…), está completamente equivocado”.