Al parecer los cubanos tendrán que incorporar una nueva prenda obligatoria a sus vidas cada vez que salgan de casa pues las autoridades en la Isla advirtieron en las ultimas horas que el nasobuco «llegó para quedarse», sin importar en la fase de desescalada que se encuentre el país por la pandemia del coronavirus.
Así lo confirmó el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, quien dijo que «teniendo en cuenta los favorables resultados a partir de su uso, llevar la mascarilla es una medida que se mantendrá en la primera, segunda y hasta en la tercera fase de recuperación pos-COVID-19».
Las autoridades en la Isla han defendido su uso casi desde la llegada de la pandemia al país, contrario a lo que en su momento hicieron otras naciones que ya estaban siendo afectadas por la enfermedad.
«Todas las personas en Cuba deben utilizar el nasobuco para salir de sus casas, en aras de evitar la enfermedad altamente contagiosa, extendida a 185 países; la mascarilla es obligatoria para el personal de la salud y debe proteger hasta la nariz, porque por esa zona también puede penetrar el agente patógeno», precisó el doctor Durán.
Según detalló a finales de la pasada semana el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, el uso del nasobuco (mascarilla) tendrá forma obligatoria en la fase uno de la desescalada para todas las actividades que se realicen, y en la fase siguiente solo en lugares públicos donde exista alta concentración de personas.
“Cuando nos montemos en un ómnibus o vayamos a una tienda es obligatorio. No solo es necesario para protegerse uno mismo, sino todas las personas”, enfatizó el titular de Salud Pública.