Una de las tantas “grandes ideas” del ya fallecido ex gobernante cubano Fidel Castro fue la llamada Brigada Invasora Che Guevara. Esta, como muchas otras de sus quimeras en los años sesenta, duró bien poco y no llegó a aportar ningún resultado.
La idea fue concebida para dar paso a un plan mucho mayor, la Zafra de los 10 millones de toneladas de azúcar; la cual, según Fidel, supondría la solución a todos los problemas económicos del país de una vez por todas.
A los siete años de su llegada al poder, y con los precios que tenía el azúcar por aquel entonces, el líder cubano estimó que, para dar un salto notable en economía del país, se hacía necesaria una zafra de no menos de 10 millones de toneladas.
Fidel se dispuso entonces a consultar a los encargados de la tarea sobre los requerimientos para cumplirla. La respuesta fue clara: había que adquirir una tecnología superior a la que contaba el país en ese momento y sembrar caña en el 70% de la superficie cultivable del país.
Rápidamente se conformó una comisión que partió de viaje por Europa Occidental y se adquirieron 700 camiones de volteo Berliet en Francia y en Italia a través de la firma FIAT, 800 equipos de movimiento de tierra que incluían buldóceres, moto-niveladoras, compactadoras, retro cargadoras, barrenadoras verticales y otros equipos de. El costo de todo aquello ascendió a unos 50 millones de dólares.
Cuando los equipos estuvieron en Cuba, Fidel, haciendo uso de su acostumbrado lenguaje tremendista, la bautizó como “Brigada Invasora Che Guevara”.
Las labores comenzaron en la zona oriental del país, donde se encontraba el grueso de los campos de caña. Sobraría mencionar que todo árbol que estaba en pie era echado abajo, por lo que quedaron destruidos árboles de maderas preciosas y frutales enteros, que hasta entonces suministraban no menos de 15 000 toneladas de frutas que cultivaban los campesinos cubanos y eran exportados o consumidos por el pueblo.
Para desbrozar los terrenos necesarios, se apeló a un curioso invento, idea de algún colaborador, que más tarde se le adjudicó a Fidel Castro. Este consistía en una enorme bola de acero soldada a una larga cadena que era arrastrada por dos buldóceres, uno en cada extremo.
Cuando esta brigada llegó a La Habana, y se hacía obligatorio ir a trabajar a tareas en el campo, fueron derribados cientos de árboles, muchos de más de un siglo y los campesinos observaban atónitos y con tristeza la fatídica tarea.
Nadie avizoraba en ese entonces el daño irreparable que se estaba creando… Se acabaron las las frutas, las maderas preciosas y la fallida siembra de cítricos, gandul y café caturra y en su lugar hoy en día reina el marabú…
Solo unos años después, esta la Brigada Invasora Che Guervara fue desintegrada y repartida, con personal y equipos incluidos, entre los Frentes para la construcción del Proyecto de la Autopista Nacional del Sur que Fidel Castro ahora tenía en mente y que, como muchos ya sabemos, también terminó en fracasos.