Los vecinos del pobladodo de Media Luna, en la provincia de Granma, creen que se acerca la apocalipsis en medio de esta cuarentena y que el mundo se está poniendo patas arriba, pues en el patio de una mujer de la zona apareció de imprevisto el pasado fin de semana una flor que los ha dejado impresionados por su color, tamaño y olor a cadáver putrefacto que desprende.
La dueña del patio donde creció este curioso ejemplar llamó rápidamente para que la ayudaran a saber que era aquello que tenia en su patio y que tanta peste desprendía.
«Mi cuñada me regaló esta mata, yo la traje y la sembré en mi casa hace cuatro años. Empezó media seca, pero después ganó fuerza. Ahora cuando empezó la primavera salió esta flor», contó Benita Tamayo al Radio Bayamo, quienes la entrevistaron atraídos por la fuerza que había tomado su historia entre muchos en el territorio.
«Salió primero un capullo… nadie ha visto una cosa así. Yo me siento sorprendida al ver una flor tan extraña y yo quería saber como se llama», le dijo la mujer a la periodista local que la visitó.
Los especialistas de Flora y Fauna que la visitaron dieron rápido con la respuesta: se trata de una variedad de la conocida como «flor cadáver», considerada la flor más grande del mundo y nombre de esta forma por el olor a carne podrida que desprende.
Este tipo de flores son originarias de Sumatra, por lo que resulta curioso cómo ha llegado a parar en Cuba. En su ambiente natural se han encontrado ejemplares que llegan a alcanzar más de 5 metros de altura y algunas de sus variedades se encuentran amenazadas y en peligro de extinción.
«Es una rareza verla florecer pues sólo lo hace unas 4 veces en los aproximadamente 30 ó 40 años que vive y solo lo hace por tres días», explicó un biólogo consultado por nuestra redacción.
La variedad que ha crecido en el patio de Benita es ampliamente cultivada en países como la India e Indonesia, donde los locales comen sus tubérculos, pues son una fuente importante de hidratos de carbono.
Se puede encontrar a la venta en mercados internacionales de alimentos. Para los hindúes los tubérculos de la planta tienen propiedades medicinales como analgésico, antiinflamatorio, digestivo, afrodisíaco y curiosamente sirven contra la flatulencia.
El desagradable aroma que despide es un mecanismo de supervivencia que tiene esta especie. Mientras resulta repulsivo para los humanos, este olor consigue atraer poderosamente a los polinizadores que la harán perdurar, entre ellos, escarabajos, moscas y otros insectos.
