El ron es una bebida que no suele faltar en ninguna celebración en la Isla. Su sabor es muy especial para los cubanos, quienes lo utilizan incluso para aliviar hasta los dolores de muela.
Sin lugar a dudas, el cuerpo de los cubanos obtiene una serie de súper poderes cuando se pasan un poco los tragos. A continuación, les mencionamos solo algunos.
Habilidad extrema para hacer chistes: Nada más que los cubanos se han dado el primer buchito de ron ya empiezan a contar historias, las cuales en la mayor parte de los casos terminan en carcajadas que se escuchan por todo el barrio.
Alegría contagiosa: A los cubanos no les hace falta beber para estar alegres. Sin embargo, cuando beben ron esta alegría se potencia.
Crecimiento de estómago: Con una botella en la mesa al momento crece el estómago. Cuando se está tomando hay algunos a los que no les gusta comer, aunque la gran mayoría lo hace que parecen no tener fondo.
Pérdida del cansancio: No importa si has trabajado mucho o dormiste poco la noche anterior, cuando empieza a sonar la música y los tragos van y vienen, los cubanos se olvidan del cansancio por completo y parece como si les hubieran dado cuerda.
Relajación: Un traguito de ron es el relajante por excelencia para los cubanos. Nada como disfrutar de un sorbo de una botellita de Havana Club, Decano, Guayabita del Pinar, Varadero o Santiago para liberar el estrés del día.
Poder extremo para socializar: Si lo cubanos son sociables por naturaleza, el ron los hace aún más amistosos. Con una botella de por medio al momento comienzan a aparecer fiesteros con invitación o sin ella para sumarse al disfrute.
Todas estas capacidades se manifiestan porque el ron, más que una bebida, es una tradición inquebrantable para los cubanos. Es por ello que siempre está ahí como habitual compañía, en los momentos tristes y en los alegres.
