Nadie puede negar el hecho que el cubano es solidario por naturaleza. Todo lo que tiene se lo quita para dárselo a sus amigos si es necesario. Sin embargo, hay ciertas cosas que un cubano es muy poco probable que te preste. A continuación, te las mencionamos:
Prestar a la mujer: La mujer es sagrada, eso no tiene discusión. Si tiene duda vaya y pregúntele a un cubano.
Llamar desde su móvil: Este tipo de favores se aplica a los cubanos que viven en la Isla. Como el servicio de telefonía celular es tan caro, es muy posible que si le pides a un cubano que te deje llamar de tu celular te responda que no tiene saldo.
Llevar algo para Cuba: Los cubanos que viven en el exterior tienen un poco de miedo de llevar paquetes ajenos a la Isla. Por eso solo llevan los propios y los de personas de mucha confianza para ellos.
El carro: Son muy pocos los cubanos en la Isla que poseen un carro propio. Por ello, lo cuidan como si se tratase de su propia esposa y no lo prestarían por nada del mundo a no ser que sea a personas muy allegadas.
El último pedacito: En Cuba es costumbre guardar para el final lo que más le gusta, y aunque es cierto que los isleños tienen por costumbre dar sin esperar nada a cambio, ese último pedacito es intocable.
Quedarse callado cuando alguien habla mal de un conocido: Impulsivos como somos no podemos amarrar la lengua para salir en defensa de esa personas que queremos y de la cual se está hablando mal.
Dinero: La mala fama que se han ganado a pulso muchos cubanos a la hora de devolver dinero prestado hace que este tipo de favor sea casi prohibido en la nación caribeña. Ya sea porque no se cuenta con mucho o por el temor que nunca más regrese, lo cierto es que este tipo de petición está reservada solo para amigos muy íntimos o familiares (y en muchos casos ni eso).
Por si o por no ya sabe que cosas no deben pedirle a un cubano. Pudieran arriesgarse, pero lo más seguro que la respuesta sea un no del tamaño del capitolio.