En la década de 1980 la televisión cubana transmitió por el Canal 6, en el horario nocturno, una telenovela mexicana que le sacó las lágrimas a miles de cubanos: Gotita de Gente, en la que se contaba la triste historia de Ana María, una niña que es arrebatada de los brazos de su madre al nacer y que solo tenia un sueño: tener un hogar y su propia familia.
Los mexicanos son estrellas haciendo novelas, aunque esta ocasión, se trató de una adaptación realizada por Televisa de la telenovela brasileña “Pingo de gente”.
La telenovela narraba la historia de la pequeña Ana María, una niña que arrebatan de los brazos de su madre al llegar al mundo y es llevada a un orfanato público en el pueblo de San Juan del Río.
Durante nueve años, Ana María es víctima de malos tratos en el lugar, hasta que un día decide escaparse para intentar encontrar a su verdadera familia o llegar a forjar su propio camino.
Al llegar a la Ciudad de México se encuentra con Juan Bautista Martínez, un hombre de buen corazón que se apiada de ella y la lleva a dormir a su casa por una noche. Sin embargo, al despertar al día siguiente, el temor de volver al orfanato hace que Ana María comience a decirle a los vecinos que Juan en realidad es su padre.
Seguir comentando sobre lo sucedido en la trama sería ponernos a llorar todos al unísono, ya que, entre villanos muy malos, buenos casi tontos, y una madre que reaparece de la forma más insospechada, se va moldeando una historia que, al menos en Cuba, no fueron pocas las lágrimas que hizo brotar.
Gotita de gente contó en sus papeles protagónicos con Liliana Abud (como la madre de Ana María), Jorge Ortiz de Pinedo (Juan Bautista) y Graciela Mauri (Ana María). En 1998, y tomando en cuenta la tremendísima aceptación que tuvo la telenovela, Televisa realizó una segunda versión de esta y la llamó «Gotita de Amor».