El reconocido actor cubano Alberto Pujol aclaró durante show que conduce Alex Otaola ciertos puntos relacionados con su supuesta relación con la familia Castro, a modo de respuesta a las recientes denuncias realizadas por Idalmis Menéndez, ex esposa de Alex Castro Soto del Valle, hijo del fallecido gobernante.
De acuerdo a lo expresado por Pujol, en un momento de su vida si tuvo vínculos con un alto funcionario del gobierno de Fidel Castro, ya que se enamoró de la hija de Nelson Camejo. No obstante, aseguró que un inicio desconocía el rango de quien actualmente es el abuelo de su hija, la actriz Laura Pujol.
“Sabía que era militar, pero nunca me fijé mucho en él, solo en su hija y tenía el problema de que era una persona que se iba en la mañana y regresaba por la noche. La imagen que tengo de él es buena, para nada esa historia que era el agente 007. La mayoría de las veces estaba vestido de civil, rara vez se ponía el uniforme militar”, contó Pujol.
Albertico se casó en 1988 y asegura que en aquel tiempo Nelson no ostentaba el cargo de coronel y recuerda que la casa natal, de la que fuese su esposa, no era precisamente de lujos y bonanza, al menos no en el recuerdo de cuando conoció a la familia.
“Estamos hablando de una persona que me abrió las puertas de su casa y me entregó a su hija, quien a su vez me dio la bendición de tener a mi hija Laura. El tiempo allí fue muy corto porque yo me fui de Cuba por problemas que tuve, pero nunca vi en Nelson, a esa persona, con ese nivel”, añadió.
Recordó además que él no puede entrar en Cuba y que luego de haber pasado cinco años en Estados Unidos, celebra sentirse “libre”.
“Sinceramente te puedo decir que nunca vi ningún tipo de riqueza. El recuerdo que yo tengo es muy familiar, de mucho cariño y respeto. No tengo la culpa de haberme casado con la mujer que amé. La impresión que tengo es buena”, mencionó.
Albertico negó que en algún momento hubiese conocido en persona a Fidel Castro, que haya mantenido alguna estrecha relación con Dalia Soto del valle o que haya visitado la residencia fija del gobernante, la cual se le conoce como “Punto Cero”.