La crisis provocada por el avance del coronavirus ha comenzado a golpear a los cubanos incluso encontrándose fuera de la Isla. Tal es el caso de los miles de isleños que permanecen en la frontera norte de México a la espera de sus cortes de asilo político en Estados Unidos.
El cierre de los negocios producto al brote de la enfermedad en ciudades como Reynosa ha dejado sin ingresos a los casi 3000 cubanos que se encuentran allí. Además, la crisis sanitaria ha hecho que las autoridades estadounidenses pongan un alto a la tramitación de las solicitudes de asilo.
“Estamos cayendo en un proceso de desesperación porque el cubano no tiene trabajo. El gobierno tomó la medida de cerrar muchos lugares, establecimientos y centros de trabajo y ellos están en su casa”, expresó Yoandrys Bolaños, uno de los representantes del Canal del Exilio Cubano.
El activista aseguró que hasta el momento ningún cubano en ese territorio ha dado positivo al nuevo coronavirus, pero reconoció que necesitan trabajar para poder cubrir sus gastos.
“Hace unos minutos la policía pasó por aquí y vio a algunos cubanos que estaban fuera de una farmacia, quienes andaban en busca de empleo para poder subsistir. La policía les dijo que, si no es para ir a una tienda, entonces retírense”, agregó.
Según Bolaños, esta situación ha puesto al límite a los cubanos, quienes necesitan del apoyo de las instituciones federales y de la ciudadanía.
“Necesitamos realmente de su solidaridad humana, ejemplo, que no nos saquen de las casas donde estamos rentando, porque mucha gente ya está en la calle, buscando donde vivir.”
Hace tres semanas, cuando esta pandemia parecía lejana a la vida de Reynosa, los migrantes cubanos se reunieron con las autoridades locales y se ofrecieron para combatir el avance de la COVID-19. La regidora panista María Elena Blanco se comprometió a evaluar la propuesta y darles una respuesta, que tampoco ha llegado en plena emergencia nacional de México por el coronavirus.