El joven youtuber cubano Frank Camallerys realizó recorrido por las calles de La Habana con el objetivo de comprobar por si mismo si los cubanos han hecho consciencia de la necesidad de mantenerse en sus hogares debido al brote de coronavirus COVID-19.
Camallerys salió en horas de la tarde a grabar el video y pudo captar en cámara la calle 23, en el Vedado; el Malecón, las inmediaciones del Capitolio, la calle Obispo, la Plaza de la Catedral y la calle G, entre otras. Sin embargo, los céntricos sitios que hasta hace poco eran un mar de personas, ahora se encontraban desérticos.
Según cuenta el joven, si pudo comprobar una gran presencia policial en las calles y a más animales callejeros buscando comida.
En las imágenes puede apreciarse que la zona del Parque el Curita, en Centro Habana, se encuentra un poco más poblada.
Muchos de sus seguidores, especialmente los que se encuentran fuera de la Isla, le agradecieron al youtuber por haber difundido estas imágenes, ya que de esta forma pudieron ver por sí mismos como se encuentra actualmente la capital cubana.
“Cuando grabé este vídeo tomé todas las medidas necesarias, fui en un taxi en todo el recorrido, no estuve cerca de ninguna persona y cuando llegué a mi casa lo que hice fue bañarme. No estoy en casa de mis padres y mi abuela, estoy en el Vedado en un apartamento solo”, comentó Camallerys.
Hace tan solo un par de semanas, el propio Camallerys grabó otro video en el que se mostró muy alarmado al comprobar que muchos habaneros estaban en la calle “como si nada” y que no acababan de tomar conciencia sobre la importancia de mantenerse en sus casas.
A continuación, les compartimos algunas imágenes tomadas por el fotógrafo cubano Gabriel Guerra Bianchini, quien también ha documentado el inusual panorama que se vive en La Habana por estos días.
“Caminé por la zona colonial, la más visitada por los turistas. Lugares que, en mis 35 años de vida, nunca hubiera imaginado transitar completamente solo. Terminé sentado en el malecón. Necesitaba ver el mar. Qué sensación la de tener como única compañía, el murmullo de las olas y el viento. Cual si estuviera en algún pueblito costero. Sentí la vida. Tal vez más presente que nunca”, escribió Bianchini junto a las instantáneas.