Los cubanos ya no gozan de privilegios especiales ante las autoridades de Inmigración de los Estados Unidos, por lo que los vuelos masivos con repatriados a la Isla continuarán en los próximos meses, según reveló ayer el diario Nuevo Herald, tras la expulsión el pasado viernes de 120 personas a Cuba en un vuelo que salió desde Miami con destino a La Habana.
En los últimos seis meses se han realizado al menos tres vuelos de cubanos deportados, como parte de los esfuerzos de la administración del presidente Donald Trump de detener y enviar cubanos indocumentados a la isla.
El tamaño y la naturaleza de estos vuelos se ha convertido en «norma» tras el acuerdo entre los gobiernos de Washington y La Habana, por lo que los expertos en Inmigración consideran que estos vuelos recientes de repatriación seguirán realizándose de forma regular, siempre con más de 100 cubanos enviados a la capital de la mayor de las Antillas.
«Estos números ya no son impactantes. Aunque hace años la gente se sorprendía ante estas noticias. Sin embargo, ahora no sorprende que 120 cubanos sean repatriados. Es algo normal», comentó Wilfredo Allen, un veterano y reconocido abogado de inmigración de Miami.
La Casa Blanca sigue decidida seguir endureciendo las políticas migratorias hacia Cuba. En el pasado año, fueron deportados a la Isla más del doble de cubanos que durante el 2018. En diciembre del pasado año las autoridades federales de EEUU publicaron las ultimas estadísticas de deportación, revelando que 1179 cubanos fueron detenidos en suelo estadounidense, cifra claramente superior a los 463 que arrestaron en 2018.
Los datos de ICE, sin embargo, no desglosan los números de cubanos deportados por estado o por región. Además, tampoco queda claro si las personas en el vuelo más reciente a La Habana eran cubanos que habían llegado hace poco tiempo o cuales permanecían de forma ilegal en el país.
«Ahora podemos eliminar a todos los cubanos que tenemos reportados con orden de deportación, lo que significa un salto importante (…) Cuba está cooperando con nosotros en la emisión de todos los documentos de viaje, algo que anteriormente no hacia», explicó el director interino de ICE, Matthew T. Albence, al Miami Herald.
La deportación selectiva de cubanos forma parte del plan de administración de Trump para acelerar las repatriaciones de inmigrantes indocumentados. Estas son fruto de los acuerdos firmados por Cuba y Estados Unidos bajo al administración del ahora ex presidente Barack Obama.
“Los Estados Unidos de América regresarán a la República de Cuba, y la República de Cuba recibirá a todos los ciudadanos cubanos que las autoridades competentes de los Estados Unidos determinen que han intentado ingresar o permanecer en ese país de manera irregular en violación de la ley de los Estados Unidos», precisa el acuerdo firmado el 12 de enero de 2017.
A pesar de esto, Cuba posee la facultad de aceptar o rechazar a los ciudadanos cubanos que hayan emigrado a Estados Unidos antes que se firmara este acuerdo. El Gobierno cubano tiene 90 días para dar respuesta de aceptar o rechazar la devolución de sus nacionales una vez que hayan sido contactados por funcionarios estadounidenses. En caso de no ser aceptados, ICE debe liberar a los cubanos en EEUU bajo una «orden de supervisión», que los obligaría a registrarse tantas veces como el Gobierno lo solicite.
Hasta el pasado 31 de agosto, más de 39,000 cubanos en los Estados Unidos enfrentaban órdenes de expulsión por condenas penales o violaciones de inmigración. La mayoría vive libremente bajo órdenes de supervisión, que requieren que se registren al menos una vez al año.