Al Gobierno cubano le han sentado de maravillas declaraciones que hiciera el pasado fin de semana el senador Bernie Sanders sobre Fidel Castro, tanto que la prensa oficialista ha salido a defenderlo como la mejor opción para ocupar la Casa Blanca y se desviven en elogios, augurando que su paso hacia la nominación final por el partido Demócrata será «imparable».
El Granma, órgano oficial del Partido Comunista, dedicó ayer martes su portada a un reportaje sobre Sanders, alabándolo por reconocer «los programas sociales implementados por el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro».
“El senador estadounidense Bernie Sanders, hoy uno de los más fuertes aspirantes a la nominación del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre, reconoció el papel de Cuba al enviar médicos por todo el mundo,” destacó el citado medio.
Sin embargo, ningún medio de comunicación se ha hecho eco de otra parte de la entrevista donde reconoce que el Gobierno de Cuba tiene una «naturaleza arbitraria» ni cuando criticó la situación con los disidentes presos.
La prensa estatal ha sido particularmente critica con el presidente Donald Trump frente a las propuestas del programa electoral de Sander, reconociendo que este ultimo seguiría los pasos del ex presidente Barack Obama para en cuanto a las relaciones diplomáticas con la isla y su rechazo al embargo.
Granma también reportó que Sanders había reconocido el papel de Cuba al enviar “médicos por todo el mundo”, pero atribuyó incorrectamente estos comentarios, realizados durante un debate en las elecciones del 2016, a la entrevista con Cooper.
“Como era de esperar”, escribió Granma “sus comentarios provocaron la ira del sector más extremista de los cubanoamericanos en el sur de la Florida, que se oponen a cualquier acercamiento con la isla caribeña.”
El exilio cubano en Florida ha reaccionado con indignación ante los comentarios del senador del Estado de Vermont, señalando que el programa de alfabetización llevado a cabo por Fidel Castro tras llegar al poder en 1959 tenía «un alto contenido propagandístico», al igual que el sistema educativo que vino después, y que Sanders fue selectivo al eludir temas álgidos sobre la política en la isla durante los últimos 60 años de Revolución.