El popular actor Albertico Pujol reveló ayer que varias veces en Cuba la Seguridad del Estado trató de reclutarlo para que trabajara para ellos mientras encarnaba el papel del Tabo de la serie policíaca Día y Noche. En una entrevista ofrecida en el programa online de Roberto San Martín, hizo confesiones relacionadas con su vida en la isla y las veces que trataron de insertarlo como informante.
«Siendo tu un tipo tan importante, un actor tan grande y estando identificado con este personaje ¿nunca te hicieron la proposición de convertirte en un agente del DTI o de la Seguridad del Estado?», preguntó San Martín.
«Si claro, me contactaron una persona que trabajaba para la embajada de Cuba en Colombia», confesó Albertico.
«Me citaron en una pizzería un hombre que trabajaba en la Embajada, pero que yo sabía que era de la Seguridad del Estado, y me empieza a hacer un grupo de preguntas. Me sugiere que yo, como era una persona conocida, que yo le cooperara a ellos para saber si existía algún tipo de información al respecto de algún atentado contra la Embajada de Cuba», comentó el actor.
Esto ocurrió aproximadamente en el año 1994 y Albertico Pujol asegura haber quedado consternado con aquella proposición.
«Le dije, mira yo hago del Tabo, perfecto, porque yo los conozco a ustedes y sé como funcionan. Pero yo hago del Tabo en la televisión porque yo soy actor, pero yo no soy el Tabo», le hizo saber Albertico al funcionario que lo contactó.
«Yo no voy a pertenecer ni cooperar con la embajada porque eso no es lo que yo hago en mi vida. Estemos de acuerdo, o no, con lo que sucede en Cuba puedes tener claro que si alguna persona, aun estando en contra del Gobierno, se entera que puede haber un atentado en contra de una entidad cubana puedes estar seguro de que te van a avisar. Puedes anotar hay que yo te digo que no», afirma Albertico Pujol que le respondió al agente con el que habló.
Dice que en ese momento el hombre le reveló que estaba grabando la conversación, a lo que sencillamente respondió: «Si quieres sácala y revisala para que te asegures que quedó bien claro lo que te dije». Tras eso se levantó y se retiró del lugar.
Desde ese momento las relaciones con el Gobierno cubano se enfriaron y el trato hacia su persona pasó a ser más protocolar.
«Se trató de la segunda vez que me hicieron ese tipo de propuesta. Ellos pensaron que si yo era el Tabo en la televisión, entonces tenía que ser el Tabo en la vida real porque la película tenía que pasar a otra dimensión», concluyó diciendo Albertico.