Los que la conocen, dicen que Beatriz Márquez es de esas personas que regalan amor a su paso y que su voz pausada es todo un canto a los oídos. Sus condiciones vocales, su timbre y su afinación ideal le ganaron el reconocimiento del publico en Cuba, quienes la llaman La Musicalísima.
Nació en La Habana el 17 de febrero de 1952, en el seno de una familia musical, hija del prestigioso compositor e intérprete René Márquez. Inició sus estudios musicales en el conocido Conservatorio Amadeo Roldán, de la capital cubana, y luego siguió su formación en la Escuela Nacional de Arte, donde destacó en dirección coral, solfeo y armonía.
Su debut musical fue de la mano del grupo Los Barba, donde logró su primer gran éxito con su particular versión del tema ‘Con su blanca palidez’. En el año 1970 arranca su carrera como solista de la mano de Eddy Gaytán, y su ascenso fue continúo, nutriendo una discografía que ya se alza con más de 40 álbumes.
Su registro de mezzosoprano ha hecho posible que destaque en la canción romántica, el feeling y el bolero, donde autores como Marta Valdés, Juanito Marquéz, Silvio Rodríguez y Juan Almeida Bosque compusieran temas especialmente para ella.
Temas como “No respondo”, “Espontáneamente” y “Explícame por qué”, son fundamentales en su repertorio, además de las de su propia autoría, entre ellas “Se perdió nuestro amor”, “Busco nuevamente mi sentir” y “Despídete de todo mi existir”.
https://youtu.be/F9zJDvzYZPQ
Si bien el repertorio escogido por Beatriz Márquez no ha sido del todo optimo, ni todos los discos presentan la misma calidad, hay que reconocer en La Musicalísima un sólido avatar discográfico.
Es de esas cantantes que destaca por su estilo único, y con su facilidad para interpretar amores y desamores con total naturalidad en sus temas.
Su afinación le ha valido el reconocimiento a lo largo de su carrero y muchos de sus maestros aseguran que nació con el don de saber cantar. Lo de ‘La Musicalísima’ se lo debe al escritor cubano Orlando Quiroga quien la nombró de tal manera. A pesar de transcurrir varias décadas, se llena de aplausos tras cada presentación.
