La agricultura cubana podría tener que hacer frente en los próximos meses a una dura crisis en la agricultura, luego que el gobierno de Bolivia anunciara ayer que rompían de forma inmediata todos los contratos firmados para suministrar fertilizantes a la isla.
Según informó Victor Hugo Zamora, ministro de Hidrocarburos, todos los contratos firmados durante el gobierno de Evo Morales con el régimen cubano se cerraban pues las empresas cubanas compraban la urea boliviana a «precio regalado», ocasionándole un grave daño económico a ese país.
«Estamos rompiendo un contrato con los cubanos sobre el tema del regalo de urea que se le hizo al gobierno cubano y a una empresa cubana», sostuvo en contacto con los periodistas el titular de Hidrocarburos boliviano.
Aunque no se aclaró cuáles eran los volúmenes y precios de este fertilizantes ofertado al gobierno cubano, el ministro dejó claro que se vendía «demasiado barato para el mercado internacional».
La fiesta le duró poco el régimen cubano pues el acuerdo que le permitía la compra de urea a Bolivia se firmó durante el gobierno del expresidente Morales en junio de 2019. Este le permitía comprar a precios beneficiosos uno de los químicos más útiles para la agricultura como fertilizante. El convenio también incluía la compra de madera y tejidos por unos 12 millones de dólares, aunque no se han ofrecido detalles sobre estos artículos.
Bolivia vendía estos fertilizantes más barato a Cuba que a sus propios agricultores
Zamora explicó que este fertilizante ahora se dedicará a al mercado boliviano, buscando reducir con ello el precio al que se ofrece a la industria agropecuaria del país.
Bolivia cuenta con una millonaria planta de urea, construida por la coreana Samsung en el Chapare, la región cocalera y bastión político de Morales.
Según explicó Zomora, Morales incluso vendía la urea a Cuba a precios más baratos que a los que se comercializaba el producto en Bolivia.
«El urea iba en calidad de regalo a los mercados cubanos y ahora nos servirá para mejora nuestra agricultura y los mercados internos», remarcó.
El gobierno interino expulsó en noviembre a una brigada de más de 700 médicos cubanos, alegando que la mayoría de ellos no eran realmente galenos. Además, dijo que había en el país una «injerencia (política) terrible» de Cuba
