Reabre sus puertas el Mercado de Cuatro Caminos luego de días cerrados por “reabastecimiento”

Redacción

puertas Mercado de Cuatro Caminos

Luego de haber permanecido cerrado de forma parcial durante unos cinco días por “labores de mantenimiento, solución de averías, reabastecimiento e inventario”, el recién remozado Mercado de Cuatro Caminos reabrió nuevamente sus puertas el pasado sábado.

Una pequeña nota al respecto publicada por la compañía CIMEX en su perfil de Facebook señala que el establecimiento estuvo cerrado por “mantenimiento integral” con el objetivo de subsanar las averías en el área de venta de alimentos y “reponer mercancías”.

La escueta información refiere que las acciones estuvieron centradas en las áreas de congelación y refrigeración. Además, menciona que se pulieron los pisos, se reparó la entrada por la calle Arroyo y se realizaron  arreglos eléctricos que no afectaron la venta en el resto de las áreas.

Puertas abajo, tras menos de dos meses de reabierto el Mercado de Cuatro Caminos

En sus tan solo dos meses de funcionamiento desde su reinauguración, el citado mercado tiene una historia tan corta como interrumpida. Por una parte, tuvo que cerrar el mismo día que abrió sus puertas al público, en un hecho que ya muchos recuerdan como “la batalla de Cuatro Caminos”. La situación vivida provocó cuantiosas pérdidas económicas y enseñó la peor cara de una población llena de carencias.

Su apertura el pasado 16 de noviembre estuvo marcada por aglomeraciones de personas que además de romper todo a su paso, llegaron a golpearse entre ellas por alcanzar algunos productos como las cervezas y las latas de puré de tomate.

Una vez pasada la tormenta, y cuando muchos pensaron que la normalidad reinaría, el 6 de enero pasado se volvieron a cerrar las puertas del Mercado, contra todos los pronósticos por una justificación que muchos catalogan de ilógica en un espacio que se estuvo reparando por los últimos tres años.

Lo que puede encontrarse hoy en el Mercado de Cuatro Caminos es quizás un tercio de lo que estuvo disponible el día de su apertura. Contra todo pronóstico, luego de casi una semana de reaprovisionamiento, la realidad del establecimiento apenas cambió.

Los estantes vacíos se acumulan y en el restante, infinitas cantidades de un mismo producto se exhiben al publico, sobre todo pomos de agua y refresco, como si el pueblo tuviese sed. También sigue habiendo demasiados policías, demasiadas cámaras y también demasiada tensión.

Tras los bombos y platillos por su apertura, el Mercado Cuatro Caminos no pasa de ser hoy una tienda más en la a ratos, se repiten los tumultos, y el resto del tiempo impera la escasez.