La cubana Lourdes Pérez, la madre del migrante cubano Rubén Sosa Pérez, a quien los médicos diagnosticaron con esquizofrenia en la en la Casa de Psiquiatría de Reynosa, México, se encuentra al borde de la desesperación en la Isla.
Madre cubana confiesa su dolor ante la situación de su hijo en México
“Tengo el corazón destrozado completamente pidiéndole al mundo que ayude a ese hijo mío”, comentó a Martí Noticias.
El joven de 28 año salió de Cuba hace dos años con la idea de pedir asilo en EEUU y estaba “su mente clara”, según contó la madre de Sosa. Sin embargo, tras ser secuestrado varios meses por un grupo de coyotes que intentaron extorsionarlo, empezó a padecer trastornos asociado a la esquizofrenia.
“Mi hijo, que salió de aquí con su mente clara, luchando por la libertad. Me informaron que mi hijo llegó descalzo, en muy malas condiciones. Tenía su cabello largo y tuvieron que pelarlo y llamar a una ambulancia y llevarlo al hospital”, comentó la madre al citado medio.
Actualmente, el hermano del joven, Eduardo Sosa Pérez junto con su cuñada y sobrino, se encuentran en la frontera con Guatemala, esperando llegar a Reynosa.
Eduardo se logró comunicar con el hospital psiquiátrico donde está actualmente ingresado su hermano y allí le dijeron que cuando llegó estaba en una condición “descontrolada”.
“Me comuniqué al hospital, llamo tres o cuatro veces en el día y lo que me dijeron es que él estaba lleno de golpes, de que lo maltrataron, de que lo golpearon”, comentó al diario mexicano Hora Cero.
De acuerdo con la Casa de Psiquiatría de Reynosa, Rubén tiene un diagnóstico de esquizofrenia. Requiere de un tratamiento especializado, así como de la atención y cuidados de sus seres queridos.
“De hecho él llegó muy mal, diciendo incoherencias horribles, queriendo golpear a todo mundo y estuvo sujetado de día y de noche. Él necesita tratamiento definitivamente. Lo tenemos medicado, hasta el momento está controlado”, declaró Graciela González, jefa de enfermería en la institución.
Los familiares del joven enviaron una carta a la a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y al Instituto Nacional de Migración, para que se les otorgue una visa humanitaria y así poder visitar al joven.
“Estamos pidiendo que nos den una visa humanitaria para poder estar allá y apoyarlo. La primera vez que habló con su hermano, no lo recordaba”, expresó su cuñada, Diana Marrero.
Varios internautas se han solidarizado con la situación de esta familia y han hecho eco de su petición. Los próximos días serán cruciales para saber que ocurre con el caso de este migrante cubano que enfermó en la ruta hacia el “sueño americano”.